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Channel: Chica Regia
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Los Juegos Infantiles favoritos de mi niñez

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En la cuadra donde vivíamos y donde pasé la mayor parte de mi niñez, habíamos muchos niños. Todos nacidos alrededor de los años 80′s, entonces todas las tardes que salíamos a jugar a la calle, nos juntábamos para divertirnos con diferentes juegos infantiles. Y para recordar esos hermosos años y por si no recordaban ciertos juegos, voy a explicar mis favoritos aquí. Para, si ya tienen hijos, les enseñen estos hermosos juegos que nos hacían pasar horas de diversión y que de pasada nos hacían hacer ejercicio (que mucho hace falta en los niños de ahora).

JUGAR AL STOP
Para este juego necesitábamos un gis o una piedra que pintara el suelo de la calle.
Hacíamos un círculo pequeño y dentro de él la palabra STOP. Luego hacíamos otro círculo más grande y lo dividíamos en secciones de acuerdo al número de participantes del juego. Quedando el círculo del STOP en el centro. Cada participante elegía el nombre de un país, lo pintaba en su sección y ponía el pie sobre su país. (A veces usábamos frutas).
Luego elegíamos quién empezaría a jugar a “declarar la guerra”, para eso, jugábamos algún juego de manos o a los pocitos. El primero en jugar tenía que decir: “Declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que es (y decía el nombre de un país de los participantes)”. Todos los demás teníamos que correr para alejarnos del círculo, mientras al país que nombraron tenía que pisar lo más rápido que pudiera el círculo del Stop y gritar ¡¡¡STOP!!!. En ese momento, todos los participantes tenían que detenerse y voltear hacia el círculo.
Luego el que está en el círculo del Stop, tenía que elegir un país y adivinar cuántos pasos tiene que hacer para llegar hacia él.
Si le atinaba el número de pasos, seguía siendo el declarador de guerra y le ponían una piedrita a la sección del país que pudo alcanzar correctamente con su número de pasos.
Si no le atinaba al número de pasos, le ponían una piedrita en la sección de su país y el país que él había elegido sería el nuevo “declarador de guerra”.
Al final (que era casi siempre cuando nos hablaban para cenar), perdía el que tenía más piedritas.

JUGAR A LA BEBELECHE
Necesitábamos un gis o una piedra que pintara el suelo y pedazos de papel sanitario mojados, que los hacíamos bolita. Cada participante debía tener su bolita de papel mojado. Y luego dibujábamos la bebeleche en la calle, que es la imagen que aparece a la izquierda.
Para saber los turnos de cada participante, los elegíamos mediante juegos de manos.
Antes de comenzar a brincar, debíamos de aventar la bolita de papel mojado a la primer casilla, eso significaba que no debíamos de pisar la primer casilla. Luego comienzas a saltar con un solo pie, hasta la casilla 2 (porque en la 1 está la bolita de papel), luego la 3, luego brincas y pones pie izquierdo en el 4 y el pie derecho en el 5, luego brincas y pones un pie en el 6, brincas y pones el pie izquierdo en el 7 y pie derecho en el 8, brincas y pones un solo pie en el 9 y por último brincas y pones los dos pies en el 10. Luego brincas de regreso, pero al llegar a la casilla 2 debes agacharte a recoger tu bolita de papel mojado. Porque cuando te vuelva a tocar turno, deberás aventarlo ahora a la casilla 2 y así sucesivamente, hasta que llegues al 10 y ganes.
Pierde el que toque rayita de la bebeleche, el que al aventar la bolita no caiga en el turno que le corresponde o el que pise con los dos pies donde no debe.

JUGAR A LAS TACITAS
Seleccionábamos a un Comprador y a un Vendedor. El Comprador debía alejarse, mientras el vendedor se ponía de acuerdo con los demás participantes para que cada uno tuviera un color de tacitas. Luego, los participantes que hacían de “tacitas”, se sentaban en la banqueta con los brazos bajos las piernas a esperar al Comprador (como se ve en la imagen). Los brazos curveados simulan las orejas de una taza.
Luego se hace una pequeña conversación entre Comprador y Vendedor:
Comprador:”¡Toc, toc!”
Vendedor: “¿Qué quiere?”
Comprador: “Una tacita”
Vendedor: “¿De qué color?”
Comprador: (Dice un color)
Si el color de tacita NO EXISTE entre los participantes, el Vendedor le dice: “No hay” y el comprador debe seguir adivinando.
Si el color de tacita SI EXISTE entre los participantes, entre el comprador y vendedor deben cargar a la tacita (al participante), tomándolo uno de cada brazo (simulando que toman la taza por sus orejas). Y tienen que llevarlo hasta la banqueta de enfrente. Si se rompe la taza (es decir que un brazo del participante se suelta de su pierna, éste pierde y sale del juego). La primeras dos tazas que llegan bien a la banqueta de enfrente, serán el comprador y vendedor de la siguiente ronda.

JUGAR AL CALABACEADO
Formábamos un círculo tomados de la mano, pero se quedaban dos participantes fuera del círculo y tomados de la mano también. La pareja que estaba fuera del círculo, debían correr hacia la derecha del círculo y seleccionar a dos participantes del círculo que estuvieran tomados de la mano, y al pasar cerca de ellos, dabían dar un manotazo a sus manos unidas. Eso significaba que ellos debían de salirse del círculo y correr hacia la izquierda fuera del círculo, en competencia con los que los seleccionaron, para poder volver a su lugar. Si los seleccionados se quedan fuera del círculo, ahora ellos deben de hacer lo mismo, de seleccionar a otra pareja del círculo para competir.

JUGAR A LOS LISTONES
Seleccionábamos a un Comprador y a un Vendedor. El Comprador debía alejarse, mientras el vendedor se ponía de acuerdo con los demás participantes para que cada uno tuviera un color. Luego, los participantes que hacían de “listones”, se sentaban en la banqueta a esperar al Comprador.
Luego se hace una pequeña conversación entre Comprador y Vendedor:
Comprador:”¡Toc, toc!”
Vendedor: “¿Quién es?”
Comprador: “La vieja Inés…”
Vendedor: “¿Qué quería?”
Comprador: “Un listón…”
Vendedor: “¿De qué color?”
Comprador: (Dice un color)
Si el color NO EXISTE entre los participantes, el Vendedor le dice: “No hay” y el comprador debe seguir adivinando.
Si el color SI EXISTE entre los participantes, el Vendedor le pone un precio y le dice: “Son X pesos”.
Entonces el participante con ese color debe correr, mientras el Comprador le paga al Vendedor para luego correr y perseguirlo. Si lo atrapa se queda en la banqueta de enfrente. Y el Comprador tiene que seguir adivinando los colores de los demás. Cuando no lo puede atrapar, ahora ese listón se convierte en Comprador.

JUGAR AL VOTO
Para jugar al voto, primero seleccionábamos “una base” (que por lo regular era un poste o una pared estrecha), donde supuestamente al tocarlo, no nos podían “pasar el voto”. El participante que “la trae”, se debe elegir con algun juego de manos como “los pocitos”. El que “trae el voto”, tiene que contar hasta tres, para que los demás comiencen a correr y luego tratar de perseguirlos. El que “la trae” debe tocar a otro participante y decirle “¡¡¡VOTO!!!” y ahora ese participante debía perseguir a los demás. Si te cansabas de correr podías tocar “la base” y ahí no te podían hacer nada. Pero no podías quedarte tanto tiempo en la base, sino, te sacaban del juego.

También, exactamente a este juego era JUGAR A LA ROÑA, pero en vez de decir ¡¡¡VOTO!!!, decíamos “¡¡¡ROÑA!!!”, así que “el que traía la roña” era el que le tocaba perseguir a los demás.

JUGAR A LOS ENCANTADOS
Se usan las mismas reglas que JUGAR AL VOTO, la diferencia es que al perseguir a los participantes y tocarlos decíamos: “¡¡¡ENCANTADO!!!” y tenían que quedarse inmóvil, hasta que otro participante lo tocara y le dijera: “¡¡¡DESENCANTADO!!!” y poder seguir corriendo. El juego termina cuando todos quedan encantados (sin moverse).
A este juego también le llamábamos JUGAR A LOS CONGELADOS y al tocar a un participante, en vez de decir “Encantado” y “Desencantado”, decíamos “Congelado” y “Cerillo”.

JUGAR AL REY MUDO
Se seleccionaba quién sería el Rey Mudo. Luego los demás participantes (el Pueblo) se ponían de acuerdo en elegir un oficio y le cantábamos:
Pueblo: “¡¡Oh!! Rey Mudo te saludo, con la pata de zancudo…”
Rey Mudo: “¿De dónde vienen?”
Pueblo: “Uhh de allá…”
Rey Mudo: “¿Para dónde van?”
Pueblo: “Uuhh pa’cá”
Rey Mudo: “¿En qué trabajan?”
Pueblo: “En ésto…”
Y cada participante debía hacer mímica del oficio elegido, que debía adivinar el Rey Mudo. si el Rey adivinaba el oficio, los correteaba a todos y al que agarrara sería ahora el Rey.

NOTA: No sé a quién se le ocurrió este juego, muy emblemático y divertido, pero ¿Nunca se preguntaron, cómo si el Rey era mudo, podía contestar? o ¿Por qué, si el mudo era el Rey, el pueblo tenía que hacer mímica? Turu ruru… turu ruru…

JUGAR A LA RUEDA DE SAN MIGUEL
Formábamos un círculo tomados de la mano. Luego girábamos cantando esta canción:
“A la rueda, rueda de San Miguel, San Miguel, todos traen su caja de miel, a lo maduro, a lo maduro, que se voltee (y decíamos el nombre de un participante) ¡¡de burro!!”
Luego ese particpante debía voltearse y seguir girando tomado de la manos de los que estaban junto a él. Y así sucesivamente con los demás…

JUGAR A LAS ESCONDIDAS
Primero definíamos una base (por lo regular un poste o una pared) donde el que busca debe taparse los ojos hacia la base y contar. Los números a contar se elegían mediante un juego de manos de adivinanza. Así te podía tocar contar desde 10 hasta 100 o más.
Los demás participantes debían de esconderse. Y al terminar de contar, el buscador debía encontrarlos.
Si un participante escondido llegaba a la base sin ser visto por el buscador, se terminaba el juego.
Cuando el buscador encuentra un particpante, éste pierde, se termina el juego y ahora será él el buscador.

¿De qué otros juegos se acuerdan? ¿Qué variantes tenian los juegos de su época o su región, a diferencia de los que yo jugaba y explico aquí?


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